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Ciudadanía, integración y diversidad

 

Durante la segunda mitad del siglo la noción de ciudadanía ha vivido un proceso de franca redefinición. Desde los años 60 se ha producido una acelerada implosión de debates y conflictos culturales que han llevado a la ampliación de la noción de ciudadanía propuesta en el modelo canónico de Marshall, instaurando cada vez en forma más explícita un conjunto de nuevas dimensiones relacionadas con las luchas por el reconocimiento y la diversidad. En estos nuevos conflictos, los problemas relacionados con las identidades de los grupos han pasado a jugar un papel preponderante en la movilización social y política de los ciudadanos, emergiendo el tema de las identidades étnicas y las identidades de género como ámbitos críticos a la hora de asumir el debate por la ampliación de la noción clásica de ciudadanía. Efectivamente, la emergencia de cambios económicos, políticos y culturales asociados a la crisis de los Estados del Bienestar ha provocado una ruptura con la matriz política clásica, dando paso a una nueva pauta simbólica y material de organización de las sociedades contemporáneas. Una de las consecuencias más importantes de este conjunto de transformaciones político-culturales es que las temáticas de la identidad y la cultura han emergido como uno de los problemas relevantes en el proceso de construcción del debate público y la definición de la ciudadanía, rompiendo con la hegemonía del discurso de las clases sociales como el único eje de la organización política del mundo social (J. Sandoval, 2001). De este modo, el proceso de expansión de la noción de ciudadanía clásica ha tenido que ver directamente con el reconocimiento de estos debates sobre la identidad y las manifestaciones culturales que resultan legítimas en una determinada comunidad. La expresión más concreta de este proceso de expansión de la ciudadanía es la paulatina amplitud que se ha producido en el reconocimiento de los tipos de sujetos que pueden adquirir el estatus de ciudadano en las sociedades contemporáneas, así por ejemplo, si bien la imagen de ciudadano tipo del «modelo marshalliano» era un varón adulto y occidental, ésta se ha ido ampliando con el reconocimiento de los derechos de las mujeres y las minorías étnicas, y con los posteriores debates que han surgido en torno a la visibilidad de los derechos de la sexualidad, los derechos ecológicos y los derechos de la juventud. Este debate entre «viejas y nuevas formas de ciudadanía» nos sitúa en el centro de la discusión teórica que se establece entre un discurso promotor de la integración, y otro promovedor del reconocimiento de la diversidad. Ambos discursos se constituirían en una suerte de anverso y reverso de la ciudadanía contemporánea, pero vinculándonos cada uno de ellos con diferentes visiones sobre la injusticia y la desigualdad: el primero, al relacionar la injusticia con el problema estructural de las diferencias económicas de un sistema capitalista básicamente excluyente; y el segundo, al relacionar la injusticia con la discriminación de un marco cultural cuyos sistemas de representación y comunicación no reconocen la legitimidad de la diferencia. De este modo, el discurso de la integración estaría centrando en un esfuerzo por definir a la ciudadanía desde la lógica de la redistribución de bienes y servicios de protección social, reorganización del trabajo, promoción de subsidios y de un sistema de políticas públicas centradas en la mejora de la desigualdad estructural.

 

3 comentarios

Diego Corazón de León -

ola blogger:

Gracias por este artículo. Me has despejado dudas acerca de las viejas y nuevas formas de ciudadanía. Es muy motivador, entusiasta y eutanasia. Sigue así!
Büen trabajo.

rebeca y jesus -

holaaa!caracola¡¡¡
Al igual que patri y tamara, estamos de acuerdo que el tema esta relacionado con una asiganatura, pero no solo con una, sino con todas en general.

Tamara y Patri -

Hola.
Tu articulo esta muy relacionado con la asignatura que estamos dando en este momento, por lo que nos aporta mas conocimientos acerca del tema.
Un beso terapeuta! :)